domingo, 19 de marzo de 2017

Día del Seminario 2017

Cerca de Dios y de los hermanos

 San José fue la persona a quien Dios escogió para que protegiese, cuidase y facilitara todo lo que necesitaba a la persona que más amaba en la Tierra: Jesucristo. Por eso es el patrono de los seminarios (y la Iglesia), porque en ellos se forman los que están llamados a ser los "nuevos Cristos". Nos encomendamos a él, y no dejéis de hacerlo vosotros, para que interceda ante su hijo y el Padre pidiéndoles que nos llenen de su Espíritu y así se purifique nuestro corazón y podamos ser fieles testigos que lleven el mensaje salvador de la Buena Noticia a todas las personas.
Lo primero que queremos hacer es agradecer a todas las personas que estáis comprometidas, material y/o espiritualmente, con nuestra formación. Vuestras oraciones y vuestro apoyo, de verdad, son importantísimos para nosotros. Queremos que sepáis que nosotros tampoco os olvidamos y que os recordamos muy a menudo en nuestras oraciones. Le pedimos al Señor que nos haga dignos de Él y de vosotros.
Durante estos días próximos al 19 de marzo, prácticamente toda nuestra actividad se vuelca en la preparación y las actividades de la campaña. Doblamos cientos de cartas, grapamos otros tantos guiones litúrgicos y de catequesis y distribuimos miles de estampas que luego ensobramos para enviar o llevar a sus destinatarios (todas las parroquias, casas de consagrados, colegios, etc. de la Diócesis). También dedicamos unas cuantas horas a editar nuestra revista Entre Todos (desde aquí podéis acceder al último número) y a preparar el Festival de la canción vocacional. 
Es bastante trabajo y un trabajo agridulce. Es dulce porque es un trabajo para nuestro Seminario, un trabajo por y para las vocaciones, por el futuro de nuestra Diócesis y de la Iglesia. Sin embargo, también es un poco amargo porque a veces nos preguntamos si sirve de algo. Claro está, no dudamos de la acción del Espíritu, pero sí de si le dejamos actuar en nosotros, de si le facilitamos la tarea, de si nos damos cuenta de que quizás nos quiera utilizar como mediación. También nos preguntamos qué pasa el resto del año, cuántas personas siguen preocupadas, comprometidas, rezando y actuando por las vocaciones.
Así pues, desde el Seminario os queremos lanzar una propuesta: elegir un día al mes (quizás todos los día 19, el primer o el último jueves,... el que queráis) para rezar por las vocaciones, estar abiertos a la acción del Espíritu en el momento oportuno y saber aceptar lo que os proponga hacer o lo que proponga a algún joven cercano a vosotros.
Os dejamos unos vídeos que seguro que os gustan y que quizás podáis utilizar.





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