miércoles, 22 de febrero de 2012

Miércoles de Ceniza: En el juego de la vida... ¿cómo es tu juego?

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martes, 21 de febrero de 2012

Comienza la Cuaresma


Felices quienes recorren el camino cuaresmal con una sonrisa en el rostro y sienten cómo brota de su corazón un sentimiento de alegría incontenible.

Felices quienes durante el tiempo de Cuaresma, y en su vida diaria, practican el ayuno del consumismo, de los programas basura de la televisión, de las críticas, de la indiferencia.

Felices quienes intentan en la cotidianidad ir suavizando su corazón de piedra, para dar paso a la sensibilidad, la ternura, la com-pasión, la indignación teñida de propuestas.

Felices quienes creen que el perdón, en todos los ámbitos, es uno de los ejes centrales en la puesta en práctica del Evangelio de Jesús, para conseguir un mundo reconciliado.

Felices quienes se aíslan de tanto ruido e información vertiginosa, y hacen un espacio en el desierto de su corazón para que el silencio se transforme en soledad sonora.

Felices quienes recuerdan la promesa de su buen Padre y Madre Dios, quienes renuevan a cada momento su alianza de cercanía y presencia alentadora hacia todo el género humano.

Felices quienes cierran la puerta a los agoreros, a la tristeza y al desencanto, y abren todas las ventanas de su casa al sol de la ilusión, del encanto, de la belleza, de la solidaridad.

Felices quienes emplean sus manos, su mente, sus pies en el servicio gozoso de los demás, quienes más allá de todas las crisis, mantienen, ofrecen y practican la esperanza de la resurrección a todos los desvalidos, marginados y oprimidos del mundo. Entonces sí que habrá brotado la flor de la Pascua al final de un gozoso sendero cuaresmal.

Miguel Ángel Mesa (Bienaventuranzas de la Vida -PPC-)

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lunes, 20 de febrero de 2012

Retiro diocesano de Jóvenes

El pasado sábado 18 de febrero, partcicipamos en el retiro para jóvenes organizado por la Pastoral Juvenil y Vocacional de León en la parroquia de S. Isidro Labrador.

Duró desde la mañana a las 16 h. de la tarde dedicado al tema del silencio tanto en la oración como en la relación con los demás.



Fue un tiempo muy bueno, de pararse, de escuchar y de vernos juntos para compartir nuestra fe.

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viernes, 17 de febrero de 2012

La oración por las vocaciones en el Seminario

Una de los motivos que siempre aparece en nuestra oración es pedir por las vocaciones. En las peticiones de la misa, en el rezo de la liturgia de las horas... y en tantos otros momentos, como comunidad, tenemos muy presentes las palabras con las que Jesús invitó a sus discípulos "Rogad al Dueño de la mies para que envíe obreros a sus campos".
No podía ser de otra manera, si somos una comunidad de vocacionados, de llamados, tenemos que pedir al Señor, que es el único que puede tocar los corazones de los jóvenes, que mire la necesidad de su Iglesia, que necesita pastores.
Un momento especial de oración por las vocaciones es la Misa de los jueves, en la que nuestra celebración está abierta a la participación de cuantas personas deseen acompañarnos.

Tras la santa misa y el rezo de visperas, exponemos el Santísimo y tenemos un tiempo de silencio y adoración. también se lee un relato bíblico vocacional, se canta y se escucha algún testimonio o se dirigen unas preces. Es lo que llamamos la oración eucarístico-vocacional.

Os esperamos cada jueves a las 20 h. en nuestra capilla para pasar un rato de intimidad con el Señor en la Eucaristía.

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jueves, 16 de febrero de 2012

VISITA A MANOS UNIDAS

Con motivo de la celebración de la Campaña de Manos Unidas de este año el Seminario ha hecho una visita a la delegación de Manos Unidas en León. La actividad, además de servirnos para conocer la nueva sede de la institución en la calle Sierra Pambley, nos permitió profundizar un poco más en el conocimiento de esta obra de la Iglesia que lleva más de cincuenta años acercando el amor de Cristo a los más desfavorecidos de la tierra. En el trascurso de la visita nos explicaron, entre otras cosas, cuáles son los dos objetivos fundamentales que dan razón a la existencia de Manos Unidas: la financiación de proyectos de desarrollo en países desfavorecidos y la sensibilización en nuestra sociedad ante el problema de la pobreza en el mundo. También pudimos conocer a grandes rasgos cuál es la organización de la institución y su manera particular de gestionar los recursos a través de proyectos concretos en los que toman parte especialmente activa aquellos que serán destinatarios y beneficiarios de las ayudas. Otro punto interesante fue descubrir con más detalle cómo se desarrollan las campañas anuales y las actividades que se realizan con motivo de las mismas.
Desde el Seminario Conciliar queremos dar las gracias a los voluntarios de la delegación de Manos Unidas en León y especialmente a Maite por su acogida y por el tiempo que nos dedicaron. Seguro que todo ello nos ayudará a implicarnos con más entusiasmo en la tarea de ser "multiplicadores" de la voz de Manos Unidas en nuestra Iglesia y en nuestra sociedad en favor de los últimos de nuestro mundo.

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viernes, 10 de febrero de 2012

El sacerdocio, la «profesión» más feliz


A finales del pasado mes de noviembre, la prestigiosa revista norteamericana Forbes, especializada en el mundo de los negocios y las finanzas y conocida habitualmente por la publicación anual de la lista de las personas más ricas del mundo, publicaba una lista de las diez profesiones más gratificantes, a juzgar por el grado de felicidad de quienes las ejercían. Los sacerdotes católicos y los pastores protestantes –los clérigos– lideraban el ranking.
¿Es el sacerdocio la profesión más feliz del mundo? Según el parecer de la revista Forbes, sí. La razón esgrimida en el artículo para justificar la felicidad inherente al ejercicio del sacerdocio consiste en que este otorga a la vida un sentido que hace de la propia existencia algo digno de ser vivido. Según el estudio, ni la remuneración económica ni el status social que se deriva del ejercicio de una profesión inciden en la felicidad que reporta.
La afirmación de que los sacerdotes eran las personas más satisfechas y realizadas en el ejercicio de su profesión causó sorpresa tanto entre creyentes como en no creyentes. La imagen que habitualmente se tiene del sacerdocio apunta más bien en dirección contraria. Los sacerdotes son presentados con frecuencia como hombres algo amargados, apartados del mundo y escasamente comprometidos con los problemas reales de la sociedad. Por eso, afirmar que el sacerdocio es la profesión más “feliz” causa cierta perplejidad e invita a formular una cuestión: ¿qué es lo que hace del sacerdocio la profesión más feliz del mundo?

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